Bi Polar

domingo, 25 de noviembre de 2007

Descanso / Resting





Ha pasado tanto tiempo que toca hablar de LA PEREZA. Hasta un viejo partido político del siglo XIX proponía como uno de sus postulados la lucha contra la pereza. Un dolce far´ niente tiene cierto prestigio... Pero ¿a alguien le gusta que le llamen vago?

Después de una semana anterior de lo más movida (las que vienen también lo serán), ayer fue uno de los días más perezosos de mi vida. Y, por favor, ¡fuera culpabilidad por una vez!

Por eso no escribo de nada y procuro no pensar demasiado. Ser correcto, atender los deberes inmediatos sin prisas y no agobiar a los demás.

Perdónenme: estoy vago. ¿Les pasa a ustedes alguna vez? Respóndame brevemente; no malgasten su descanso. Besos tranquilos...

martes, 9 de octubre de 2007

¿Qué hacer? / What to do?

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Pequeña banda sonora del texto:


¿Resistencia o rendición? Había olvidado que hay un punto intermedio que consiste en romper con amante y que no termine la historia. Hay encuentros y la fuerza de las pieles sigue haciendo de las suyas.

¿Qué hacer? Para estas fechas, un viaje semisolitario a la capital, al Madrid de nuestras huidas. Me dicen que hay una exposición sobre los etruscos en el Museo Arqueológico, adonde todavía no he estado y en el que reclaman dos Damas: la de Elche y la de Baza.

La temperatura de octubre puede contagiar de su benignidad. Seducen los paseos por la metrópoli en plazas de gentes variadas, donde nadie te suelta otro "Tú no eres de aquí, ¿no?". Las tiendas imposibles de bonitas invitan al escaparatismo callejero. Ay, los cines de mi vida. ¡Que me faltan los Verdi!

¿Unas opiniones, consejos, sugerencias sobre algún rincón perdido o una actividad peculiar en Madrid? ¿Locales, vivencias, paisajes...? Algo inaudito puede también ser un tópico que, por tópico, no hemos probado. Aunque sea días más tarde de la expedición, un comentario matritense nunca está de más.

Y, mientras, me pregunto qué se hace con el amor con el que supuestamente se ha terminado, pero... no es así. ¿Qué hacer ahí?

jueves, 20 de septiembre de 2007

Resistencia o Rendición? / Resistance or Surrender?


Banda sonora:

En lenguajes de rrrrabiosa actualidad, la Resistencia goza de prestigio: 'We Shall Never Surrender' o el 'Yo luché en la resistencia'. O Agotados de esperar el fin. Hasta la muerte. Al final lo conseguiremos.

La rendición suena mal. Pero ¿y la paz honrosa? ¿Los que deciden terminar un conflicto firmando su derrota, intentando evitar un exilio multitudinario o unas ejecuciones masivas?

Vamos al terreno del sensualista. Después de demasiado tiempo en contacto con los altibajos de La Otra Persona, por el cielo Uno ve un avión que lleva un mensaje publicitario que dice 'ESTO SE ACABA'.

La Otra Persona -últimamente, muy seria y esquiva- empieza a lanzar las típicas y necesarias pistas (¡Puaj!) a ver si Uno se da cuenta y para comprobar quién da el paso definitivo. Y Uno, cuya entrega y sentimientos se han mantenido constantes, se pregunta: ¿Resistencia o Rendición?

Si resisto, mi sufrimiento continuará creciendo y la situación, así, se volverá felizmente insoportable de forma que lo tengamos totalmente claro. Pero ¿y si aguanto -disfrutando, de paso, de los placeres carnales- y recibo fuerzas de la retaguardia y soy fuerte y se enamoran perdidamente de mí por mi tesón y constancia? ¡Lucho por aquello en que lo que creo!

Si me rindo, tengo que hablar, más bien, de los sentimientos de La Otra Persona porque los de uno mismo siguen siendo de amoooor, pero está-claro-que-esto-no-puede-seguir-así. Y le dirán que, claro: Te-agradezco-que-lo hayas-dicho-tú. Paz honrosa y a tirarse al vacío de los meses en que se va la luz con toda la nostalgia.

A ver si nos animamos y nos decidimos por una de las dos posturas. No valen medias tientas y no hacen falta más descripciones. Ah, la batalla es entre dos sin Terceros. Hagan apuestas.

jueves, 30 de agosto de 2007

Dos viajes / Two trips


Banda sonora de la historia:















ELLSWORTH KELLY, Red, Rellow, Blue I



Esta es la historia de una mujer y de sus dos viajes de verano. Después de un otoño más solitario que los demás, un invierno más crudo que los anteriores y una primavera todavía más esperanzadora que las otras, era necesario disfrutar las horas de luz más largas del año lejos del lugar de residencia de siempre.

Así, llegó el momento de que... (Ah, se llama Patricia), de que Patricia se pusiera de acuerdo con su nueva pareja para decidirse por un destino que interesara a los dos, que compartían la misma ciudad como escenario de rutinas. Tardaron algún tiempo -pero creo que no demasiado- en acordar en una ciudad no precisamente cercana, de apariencia exótica y de nombre deslumbrante.

Patricia había preparado el viaje de forma minuciosa. Aunque ya no había billetes de avión como los de toda la vida, en los que, entre decenas de cifras, se leyera el nombre deslumbrante del destino, ya veía en su mente el avión sobrevolando miles de kilómetros y llegando a un aeropuerto más moderno que el del punto de partida, a una fila de taxis perfectamente alineada y a una habitación de hotel llena de unos lujos y de una intimidad que mantendrían alejados meses de citas aplazadas y de encuentros controlados por el reloj.

Durante el viaje o, más bien, escapada, se dedicó a aprovechar la presencia de su hombre a veces sin tener en cuenta pequeños imprevistos que se hacen grandes. Pero quería verlo todo al tiempo que una voz le decía por dentro No tengas prisa. Y vieron muchos atractivos de la ciudad exótica y de fuera de ella. Y Patricia también se dedicó a desatar su atracción sexual hacia él de una forma que se podría calificar de frenética. Y, viendo todo lo que les dio tiempo a ver, intentaba agradar e impresionar a su amor, pero este no siempre parecía agradado ni tampoco impresionado la mitad de las veces. El viaje terminó pronto. Al regreso, Patricia escribió entusiasmada un diario de viaje que ÉL no tuvo prisa en leer.

Hubo otro viaje. Patricia retomó el contacto con un amigo suyo al que no veía con frecuencia. Se plantearon una ruta casi inmediata, idea a la que la pareja de Patricia no puso ninguna objeción. Pero estaba nerviosa. No se iba precisamente a un lugar lejano ni había aviones ni nombres deslumbrantes por medio. Casi no lo preparó; ni siquiera tuvo en mente las intenciones de agradar. Su amigo rebosaba de ilusión.

Y el viaje, con un presupuesto limitado y una necesaria capacidad de improvisación, se desarrolló de una manera fácil, como resbalando por un tobogán antiguo, sobre todo, porque dominaron tanto las risas improvisadas como las bromas herederas de confesiones mutuas de penurrias y alegrías. Lo compartieron todo excepto un atractivo sexual que no existía. Fueron los otros sentidos los que mandaron, especialmente, el del humor. Patricia contemplaba los paisajes con ojos de inocente, lo cual no impedía que afloraran de forma continua la imagen y las palabras de su hombre. Antes del fin del viaje, Patricia y su amigo ya habían empezado a redactar juntos un diario entre carcajadas provocadas por recuerdos muy recientes.

Volvió a su lugar de residencia. Y todo lo que le había sucedido a Patricia -aunque suceso, salvo la complicidad, no había habido ninguno de mención- no le había robado sus deseos de reencontrarse con su pareja. Cuando, al fin, se vieron los dos, ¿qué pasó? ¿Qué le contaría sobre su último viaje? No sabía por dónde empezar, por lo que decidió hablarle sobre esta experiencia al día siguiente del reeencuentro. No: mejor a la semana siguiente, o a la otra, según fueran las reacciones de su hombre.
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viernes, 13 de julio de 2007

Soledad, te soy fiel / I´m true to you, my loneliness

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Les presento a otra persona sola. Ahí la tienen: disfrutando su copa y entregada a su soledad.



A la frase 'Todo el mundo está solo alguna vez´ les respondo que a alguna gente le gustaría poder estarlo. Unos encuentran una tarde para ellos y, a las dos horas, buscan el teléfono. Y a otros no nos bastan las dos horas ni por asomo.

A la frase de cantante francés 'Nadie está más solo que un hombre cuando ama a una mujer' me contestarán que es una solemne pedantería...

A la frase 'No voy al cine solo', les replico que, viendo una película sin compañía, no se siente uno en el brete de quedar bien con sus comentarios. Y me argumentan que las salas de cine están llenas de parejitas. Y es verdad. Esto sirve para la Navidad y demás convenciones.

Busco mi soledad. Busco mi bienestar. ¿Buscan ustedes el bienestar en su soledad?

Pesan ciertas obligaciones o simples necesidades. Esta misma noche tenía pensado (hace mucho) ir a la actuación de Fischerspooner; los planes no han salido como se preveía. Al final escojo la soledad de mi casa y de mis llamadas de teléfono. Vale: estos días he estado escuchando su álbum Odyssey 'pa´ na´'.

Oigan ustedes lo más conocido de este disco...

Lo difícil es ilustrar la soledad. La señorita de arriba... ¿disfruta su soledad? Porque, si se fijan en el segundo dibujo, lo más seguro es que esté sola...

Las imágenes son incapaces de representar la soledad. A veces, las palabras (en este caso de JRJ), sí:

Soledad, te soy fiel.
Espérame en el último
rincón de aquel jardín con luna grande
donde soñamos tanto juntos.

Le pregunto a un querido amigo si la soledad tiene glamour. Llegamos a la conclusión de que una persona solitaria resulta glamurosa/atractiva si es guapa... Vean El Vídeo de la Soledad (hay que seguirlo hasta el final), la canción de Róisín Murphy en la que se queja de que, habiendo creído superar un amor (¡qué contradicciones de significados!), se siente impotente. Pero, en el vídeo, ella -tan sola-, me parece llena de gancho y de fuerza.


Vivan su soledad.
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jueves, 7 de junio de 2007

No internet?




He estado 'solamente' cinco días sin ordenador, sin correo electrónico, sin internet. ¡Pánico en el mundo del sensualista! Es peor que un apagón. Es todos los documentos, todas las fotos, todos los poemas malos, todos los programas... y sin saber cómo recuperarlo ni tampoco el origen del problema (Gracias, Rafa, por tu ayuda).

Como ven ustedes, hoy he vuelto a vivir. Ya voy a tener que trabajar, que escribir los correos atrasados desde hace meses, que ordenar las fotos, que redactar la memoria anual, que preparar la lista de éxitos,que perder el tiempo buscando letras de canciones inencontrables, que hacer los encargos prehistóricos. Y que escribir en este blo. ¡Con la buena cantidad de películas que ha visto en el mes de mayo! (Sólo me permito recomendar vivamente la mejicana "El violín"). Y que pensar en transcribir sensaciones muy variables sucedidas en las últimas semanas. La que me espera.

Descuiden coxis, teodoro, bobby, ninita (ver nuevo enlace necesidad de expresar ii) u otros tantos (con perdón), que los hemos seguido desde otros sitios.

Ha venido bien. Una vez superado el trance, claro.

A falta de la canción sobre ordenadores preferida por este dudario -"Computer World" de Kraftwerk- escuchen otra de estos alemanes, que invita a la juerga informática.
Hemos encontrado una versión enlazada con otros 'temitas' del grupo. "It´s More Fun to Compute" viene del lema "It´s More Fun to Compete", inscrito en los viejos pinballs o flippers de los setenta.



Y, ahora, díganme ustedes, ¿cuánto tiempo aguantan sin su propio ordeñador?
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miércoles, 9 de mayo de 2007

Cine de abril / April films













El Sensualista solo habla de la música de abril para decir:
· que ha oído mucho reggae con gusto
· que se ha enterado que había un grupo muy chulo que se llama(ba) Wolfsheim
· que ha redescubierto a Frazier Chorus, que tanto le influyó en la primera mitad de los 90
· que una de las mejores músicas de la historia es El Mesías de Haendel
(¿Lo han oído?)
· y que le gustaría que le comentasen su lista de exitos









El Sensualista estuvo en el cine durante el mes de abril. A ver qué cuenta.

Tú, la letra, y yo, la música: El tema de la promoción de la música pop me gusta mucho y más si gira en torno a los años ochenta. Hugh Grant actúa de Hugh Grant aunque a veces recuerde físicamente a John Taylor de Duran Duran salvando las distancias... Los golpes de humor en la cena en el restaurante son verdaderamente ocurrentes. Aunque no debería decir que esta película está bien, lo digo y le pongo un 7´5 porque me reí y porque la vi en versión original con subtítulos en portugués. Eso sí, el final no puede ser más horrendamente predecible.

300: Que no me digan que la pretensión no era histórica sino reproducir el ahora-muy-conocido cómic. Me parece repelente tragarme que los griegos de la Antigüedad se morían por el piercing y que Jerjes era la más reinona del planeta... El final tampoco es nada sorprendente; el embrollo amoroso no hay quien lo defienda. ¿Y esos músculos de tableta de chocolate? Se queda en un 6´5 (estirando mucho la nota) porque tampoco se aburre uno.

El pequeño Jerusalén: La vimos dentro de un ciclo de cine francés-francés, con lo que pueden imaginar una película lenta, de sentimientos encontrados, en la que atrae especialmente la forma de desenvolverse de parte de la comunidad judía de una ciudad de la Francia. Como sucede en las pelis de este país, la interpretación es excelente pero parte de la trama no se entiende con lo que se apaña con un 7.

El velo pintado -2006-: Surge a raíz de un argumento del maravilloso y admiradísimo William Somerset Maugham y así la película lo tiene más fácil. Solo decae al final después de bonitos cambios de escenario y pasiones que evolucionan muy bien. Un 8´5 para casi arañar el Sobresaliente.

Los malos perdedores: Volvemos al ciclo de cine francés. Es la otra cara de este o en lo discreto en que se podría haber quedado la joya de De latir el corazón se me ha parado. De nuevo en este ciclo, se suceden acontecimientos poco aclarados aunque esta vez ayudan la acción y las peleas. Hay que destacar una espectacular persecución por el metro de París. El título está muy bien, pero la película no supera el 7´5.

Después de la boda: O la decepción. Qué gran comienzo, qué intriga al principio y qué bien planteada la historia. ...Hasta que se repite y se repite y le vueltas a lo mismo y no sale de ahí esperando lo inevitable. Las interpretaciones son dignas de seguir, a cargo de actores daneses que nos suenan de las pelis dogma. Lo que podría haberse quedado en un Sobresaliente baja a un 7.

La vie en rose: Después de leer a coxis actually (ver enlaces), me esperaba el bodrio de biopic cargado de sentimentalismos. Pero no. La sólida base es la crudeza y el feísmo. Los saltos temporales ayudan a no convertir la vida de Edith Piaf en un relato demasiado lineal. Hay cosas que se quedan en el tintero; no están muy claras -otra vez lo turbio de estos franceses- algunas motivaciones de la protagonista, quien se luce en la interpretación, sobre todo, al hacer actuar esas profundas ojeras... La máxima puntuación del mes: 8´75.

¿Y ustedes van al cine?
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