-(...) Piensa en un niño recién nacido. Llora y grita, y, si no se le da leche, se chupa el dedo. ¿Tiene este bebé una voluntad libre?
-No.
-Entonces, ¿cuándo obtiene el niño la libre voluntad? A los dos años corretea por todas partes señalando lo que hay a su alrededor. A los tres le da la lata a su mamá y, a los cuatro, de pronto, le entra miedo de la oscuridad. ¿Dónde está la libertad, Sofía?
-No lo sé.
-A los quince años se pone delante del espejo y hace sus pruebas con el maquillaje. ¿Es ahora cuando toma sus propias decisiones personales y hace lo que quiere?
J.G., El mundo de Sofía
Esto sí que es tomárselo en serio
¿Hace ya lo que quiere un ser humano que, a los diecisiete años, se decide por una carrera universitaria a la mañana siguiente de haberse emborrachado? ¿Toma ya sus propias decisiones quien se casa a los treinta? ¿Es libre cuándo, a los pocos años, se separa de la persona de la que estuvo perdidamente enamorado? ¿Lo es el que se deja llevar por falsas promesas y sufre la peor de las bancarrotas?
La Primera Comunión es el primer cuadro con que Pablo Picasso intenta presentarse como un pintor serio
Cuando una encantadora niña de nueve años toma su primera comunión dentro de un ritual que nos cuesta comprender a muchos mayores, dudamos de que se encuentre en un estado de madurez como para entender que en una lámina de pan puede habitar el cuerpo de alguien que murió hace más de dos mil años.
Una personita de nueve años es un ángel. Salvo excepciones, es un ser inocente con una cara inocente, un cuerpo inocente y, lo más importante, una mente inocente. Después de verla feliz, como a Napoleón aquel día, no sabe uno si procede recurrir a moralidades o a opiniones por-encima-del-hombro.
A ese querido ángel solo se le puede decir: "que, en un futuro, seas tú y, a ser posible, nadie más que tú quien tome tus decisiones. Que seas dueña de tu propia vida. Que, cuando seas supuestamente mayor, nadie decida ni opine por ti."
Ya está puesta al principio la imagen del sensualista a sus tiernos nueve años en un 3 de junio en el día de su Primera Comunión, de la que, más que nada, ahora recuerda
1) el calor que le producía un cuello alto de una especie de jersey de manga larga y
2) lo mucho que se divirtió en el correspondiente convite mezclando bebidas hasta lograr el bebraje más asqueroso que se pudiera imaginar.
Pero también se acuerda
3) del sol espléndido que lucía en la ciudad de Valencia (España) y
4) de lo increíble que le pareció que familiares de puntos muy distantes se pusieran por primera vez de acuerdo para coincidir en ese acontecimiento del que su hermano y él eran indiscutidos protagonistas. Esto es decir que aquello debía ser algo de importancia.
Dentro de los varios rituales que marcan la transición de la infancia a esa madurez que quizá no llegue nunca del todo, las primeras comuniones siguen marcando un hito en nuestra católica España. Explíquenle a un calvinista nórdico que mayo es el mes de las comuniones o que ciertos restaurantes se anuncien con el lema "Bodas. Bautizos. Comuniones" para captar más clientela. Aquí, BBC quiere decir eso.
Sin embargo, ni siquiera con letras en español se encuentran canciones que hablen de la Primera Comunión. ¿O conocen ustedes alguna?
Lo que sí se conoce es una Obra Maestra Absoluta de Ken Loach que gira en torno a la celebración de la First Communion de una niña. Hagan el favor de ver atentamente el tráiler de Lloviendo piedras. Por una vez, lamentamos no podérselo ofrecer también en castellano.
Lloviendo piedras: amor, desamor, entrega, violencia, intriga, padres, hijos, drogas, religión.
Fíjense en el momento 0:18 con el cura justificando la celebración de la primera comunión y en el 1:46 con el objeto principal de toda la historia.
Falta lo personal. ¿Cómo recuerdan su Primera Comunión? ¿Tienen, como el sensualista, más presente la vestimenta o el convite que otros aspectos más... espirituales? ¿O ni se acuerdan de cómo los vistieron? ¿Había mucha gente? ¿Leyeron en misa? ¿Cantaron cuplé católico? ¿Lloraron sus papás? ¿O no se acuerdan de nada?
Ah, si dan con una copla en la que se mencione este acontecimiento, háganlo saber.
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