Bi Polar

martes, 8 de julio de 2008

Las oposiciones y la playa (I) / State exams and swimming in the sea (I)

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Pues, en principio, no tienen nada que ver ...salvo que se coaligaron el 4 de julio (sic) de 2008.

En la comunidad autónoma que me ha tocado, nada menos que un tercio de la población activa forma parte del empleo público, es decir, que, en su inmensa mayoría, accedió a su puesto de trabajo mediante oposiciones. La iniciativa privada... ¿Qué es eso?

Como formo parte de ese tercio, contaré que, en su día, estuve estudiando un total de 6 meses, de los cuales 3 fueron de alta intensidad. Después de los sucesivos exámenes de entonces (prueba escrita, prueba escrita leída, ejercicio escrito de inglés con traducción y Use of English, encerrona y exposición oral), tuve la fortuna de sacar la correspondiente plaza de PES.



Hasta las oposiciones cambian con los tiempos. Este año he estado viendo exposiciones orales de aspirantes al cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria; he vivido los nervios, la amabilidad de los miembros de los tribunales, la paciencia de todos, las horas intempestivas y el calor que se asocia a este tipo de exámenes. Y he estado a punto de fundar, una vez más, la Asociación de Novios, Amigos y Familiares de Opositores (ANAFO), que se reúne involuntariamente en multitud de ocasiones y que tiene mucho que reivindicar.

Reivindicamos salas de espera y ambiente propicio... Uno de los peores males son los comentarios desanlentadores de los enterados que, antes de entrar a realizar su prueba, cuentan a todos los que esperan cómo se prepararon en otras convocatorias, el calor insoportable que hace, la cantidad de puntos que llevan ya y otras lindezas.

He estado viviendo con una compañera estas situaciones y fantaseando con hacer de preparador. La prueba final tuvo lugar a las ocho de la mañana de una calurosa mañana ...un 4 de julio...

Hasta llegar allí, meses y hasta años de estudio y nervios que van creciendo. Recuerdo de jovencito la historia de un hermano de un amigo que estuvo, a sus veintipocos años, enclaustrado cuatro años con el objetivo de "sacar notarías". Recuerdo a mi hermano sin ver la luz del día nada más que un día a la semana. Recuerdo a mi padre ejerciendo de preparador de opositores durante incontables tardes. Recuerdo los esfuerzos de todos.

La meta debe ser que el Estado fiche a profesionales expertos, capaces de aguantar situaciones extremas como son las de perderse gustos y placeres con la idea de dar lo mejor de cada uno. Lo malo: apoltronarse en un trabajo vitalicio, pero el caso es que, en general, el personal funcionario desempeña su función con capacidad. ¿O no?

¡Ufff! A ver cómo le explica uno a un inglés términos como "opositar" y eso de que profesores, conserjes, bibliotecarios, oficinistas, policías, médicos, psicólogos, empleados municipales y casi todos los oficios pueden durarle al profesional toda su vida.

Mientras tanto, confiesen sus pecadillos: ¿Han opositado alguna vez? ¿Les han dado ganas de integrarse en la ANAFO? ¿Creen justo el sistema de oposiciones para que el Estado disponga de trabajadores cualificados? ¿Les tienen manía o amor a los interinos? ¿Son vagos los funcionarios? ¿Les gustaría pasarse al otro lado, o sea, formar parte de un tribunal y practicar un casting con los aspirantes? ¿Lo han hecho alguna vez...?

¿Qué tiene que ver todo esto con la playa? Lo verán ustedes en el correspondiente Continuará.