Bi Polar

domingo, 16 de mayo de 2010

La época dorada del cine . . . . . . . . . . . . . . . . . . / Golden Age of Cinema

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¿Cine, teatro o televisión? Esta era de las preguntas que se hacían a los famosos en una de las más conocidas revistas del corazón en los años setenta. La respuesta del sensualista ya la conocen ustedes.

Se dirá que no hay por qué elegir. Y es verdad. Pero, ¿qué ocurre en una velada de viernes en la que coinciden en la hora distintas propuestas? Que hay que decidirse por alguna y, entonces, gana el cine casi más por estar en una sala que por la película en sí.

Anoche, después de bastante tiempo, asistió el sensualista al teatro. Se quedó decepcionado con el Platonov del Centro Dramático Nacional: mucha escenografía, demasiados actores y actrices, y excesivo número de gritos y voces destempladas. El teatro debe sorprender; en este caso, dio de sí lo que se esperaba; es decir, no mucho.

De la televisón hablamos otro día, que es más variada y loca. De cine vamos a decir que, en la actualidad, está viviendo una época dorada. En serio. El sensualista ve en los últimos años, películas sublimes, magistrales, conmovedoramente realizadas, como nunca antes en más de un siglo de cinematografía.

A falta de la lista de los mejores films de 2009, que -sí- hay que publicarla porque en ella descansan verdaderas obras de arte, ya hemos visto en 2010 tres maravillas en un corto espacio de tiempo.

Fish Tank (Andra Arnold, 2009) recoge lo mejor de los modos y maneras de Ken Loach, cineasta social que ha perpetrado auténticas joyas como Sweet Sixteen, Raining Stones o It´s a Free World (En un mundo libre, que es lo mejor de lo mejor de lo mejorcísimo).


Lo siento: está doblada.


Pecando ligeramente de previsible y de demasiado centrada en los conflictos, Fish Tank recoge una banda sonora que nos vuelve a demostrar la fuerza de la música negra (sic) más o menos actual, que va desde el funky setentero hasta el hip hop de ahora pasando por el r´n´b (pronúnciese ar an bi, je je) para adolescentes.


Es verdad: ¡qué p... es la vida!

Fish Tank tiene la virtud de jugar con las ambigüedades: de, por ejemplo, hacer que una frase como "Adiós, idiota; te odio" suene a una despedida rebosante de cariño. Esta es una muestra de una habilidad que brilla a lo largo de toda la película.

Segunda maravilla: ¿por que nos gusta con locura el cine francés? Porque tiene a los intérpretes más válidos del planeta y porque despliega una variedad que supera a la filmografía de los demás países. Aunque ha sido criticada como tópica, el sensualista le ve luces por todas partes a Welcome (Philippe Lioret, 2009), otra muestra de cine social con más condimentos de incertidumbre.


¡Oh, ah, al fin la versión original!


Se aprende con el séptimo arte. Uno ignoraba lo que pasa en Calais, frente a las costas de Inglaterra; no sabía tampoco que en la culta Europa se realizaran prácticas poco civilizadas y, por último, que uno no es el único que hace tonterías por desamor.

Vincent Lindon -ex de Carolina de Mónaco- es el actor encargado de interpretar al protagonista. El señor Lindon hace su papelón, desenvuelto como nadie. Después fuentes bien informadas nos dicen que, en la realidad, este actor es una persona retraída con problemas de tartamudeo.

Por último y abandonando el cine que llaman social, se nos asoma humildemente una joyita mayúscula. Argentina, también encargada de rodar magníficas historias y no menas magníficas interpretaciones, nos trae El último verano en la Boyita (Julia Solomonoff, 2009).


Ay, menos mal que es español original.

Aunque incluya niños y perros (verdaderas amenazas para el cine), El último verano en la Boyita es una obra llena de poesía auténtica y terrible, la que rodea a la llegada de la adolescencia y la que envuelve a los complejos de cada uno.

Refleja como pocas obras el peso que supone pertenecer a un género así como la ayuda que un ser humano puede regalarle a otro. Mientras se ve esta obrita, dan ganas no solo de vivir no también de superar el inevitable sufrimiento.


Hagan lo posible, pues, por no perderse El último verano en la Boyita. No dejen de ver Welcome. Y que no se les pase Fish Tank. ¿Qué? ¿Que no han visto ninguna de las tres? ¿Que en la cartelera de su ciudad no han durado más de dos o tres semanas? ¿Que ni siquiera la han programado?

Uf, en un país tan mediocre en lo cinematográfico como es España, no es sorpresa que, abandonadas esas tres obras en la descarga o en el video-club, se conozcan todos los detalles del cine porquería en todas sus secuelas. Quede claro que no se refiere este calificativo a películas de Estados Unidos, país que, a lo largo de 2009, ha dado a luz a películas maravillosas (ya verán la lista).

Siempre es de agradecer que ustedes me recomienden alguna que hayan visto últimamente sea de la época que sea. O que. al menos, me digan cómo de atractivas les resultan las tres pelis expuestas más arriba. Vale: no es que destaquen por su sentido del humor, pero es que este sensualista prefiere ver historias dramáticas: así sale del cine y, si lo tiene, le dice a su acompañante: "¿Verdad que nuestras vidas no están tan mal?"
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8 comentarios:

Unknown dijo...

Películas, movies, films, cinemas,...¡Claro, Cannes! Pues no, no voy a caer en la pretensión de hablar de lo que no sé porque carezco de información o porque no le he dedicado el tiempo que se merece.

Pero sí observo y no me resbalan la cantidad de historias que una sala de cine me proyecta, y no me refiero a las de la pantalla. En esa burbuja en la que el tiempo se detiene: citas, exámenes, desencuentros, asuntos familiares...uno/a se encuentra respirándose a sí mismo, arañándose sensaciones ya vividas o por vivir en catarsis provisional con los personajes o con sus convecinos de fila y ¡cómo no! con esa figura semicircular delante de mí que me informa e imagino mientras interfiere en el argumento convirtiéndose en un actor más sin saberlo.

Y a veces no entiendo nada, pero es cuando más claro veo. Otras, viajo a momentos de mi relatada memoria donde siempre me reconocí e identifiqué. Anoche vi una envuelta de todos los matices que el deseo es capaz de elevar y arrastrar. Otras, como alumna de una lengua que no comprendo, me acerco a unas costumbres que no son las mías pero yo lo intento, en un quiero y no puedo.

Me distrae (de los cortos de mi día a día) leer u oír críticas de cine; he sido fan de Carlos Boyero. Después me dí cuenta que hay joyas no vistas y salas llenas de mediocridad. Pero sigo admirando a Boyero y no porque me condicione su opinión sino porque ha conseguido algo que es muy difícil: encontrar las palabras justas a un pensamiento. Nunca sobrarán eruditos pero sí algunos dejan de serlo por falta de... ¿autenticidad?

Gracias por la oportunidad que ofreces de seguir aprendiendo.

Anónimo dijo...

Chico, aquí no ponen más cine que el americano y, con un poco de suerte, algo de Almodóvar. Welcome la he visto anunciada, espero que la estrenen. Pero fuera de NY o de LA, en este país no se pone cine no local. Una pena...

Tomo buena nota, eso sí.

theodore dijo...

No he comentado hasta ahora porque quería que pasara el finde a ver si caía alguna, pero sigo con la racha de pereza para el cine (quién lo iba a decir), así que la única que he visto sigue siendo Welcome. Me gustó mucho, como ya te dije, pero creo que no me impactó tanto como parece que a tí. Me impactó Lindon, pero es que siempre lo hace. Whatta man. Y sí, ya lo dije y lo destacaste en mi post de favoritas del 2009, se sigue haciendo muy buen cine, pero mucho. Por cierto, para cuando tu lista, joío??

Muak muak

polo dijo...

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Yo (también) quiero ir a Cannes, que canta Carlos Berlanga en su (otra) maravilla de disco Indicios. Ahora están allí esos artistas sacando todo lo que tenemos (tengo) de envidioso.

Gracias por tu texto, Mariela. A mí también me gusta la palabra sensaciones. El cine me provoca miles de sensaciones. Ya he contado que el solo hecho de entrar en una sala de cine ya me provoca un estado de excitación difícilmente comparable. Me ocurre también en las salas de cine de centros comerciales.

Las películas ayudan a comprender otros fenómenos culturales, humanos, biológicos. Uno ha aprendido más por ellas que por libros o personas. Siempre está la libertad de marcharse si a uno siente que está perdiendo el tiempo.

Yo tuve una etapa de cierta adcción a lo que contaba otro crítico de cine, Carlos Pumares. No: más bien a cómo lo contaba; su forma de exclamar "¡Obra maestra absolutaaaa!".

Me alegro mucho de que hayas sido La Primera.
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polo dijo...

Squirrel: creo que en un par de cines de Nueva York sí proyectan películas pakistaníes, japonesas y sudafricanas. Je, je.

¿Es que no llega ni el cine francés? Ay, ay; en esto sí que hay que darles un buen tirón de cerebro.

Ya verás la lista de películas del año pasado y comprobaremos que muchas de ellas vienen de los Estados Unidos.

"A Kiss across the Ocean" (Culture Club)
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polo dijo...

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Muak, muak, teadoramos. La lista de pelis llegará pronto; ahora hay que cumplir con citas familiares y profesionales...

¡Qué buena Welcome! ¡Y qué bueno Vicent Lindon! Me gusta que sea una peli sin grandes pretensiones, que incluso caiga en tópicos porque asi se ve que no quiere ir de modenna epatando al personal.

Ahora toca ver Cinco minutos de gloria, de la que ya me han hablado muy rebiéen. ¡Fuera esa pereza...!
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Alforte dijo...

Con el cine de autor me dá un poco de miedo ¿y si es pretenciosa? a punto de ver "Fish Tank", con ganas de ver a Vincent del que aún recuerdo la maravillosa "La crisis" después de leer tu entrada más ganas tengo de verlas.
Primerizo en tu mundo, voy a seguir explorando y abriendo cajones.
saludos ;-)

El Cinéfilo Ignorante dijo...

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Alforte: ya había visto varias veces tu perfil sin decidirme a contestarte en tu abundante blog.

Me fijaba en Carlos Berlanga, Trevor Horn, esas cosas tan chulas, y hoy he visto "cine de autor". El palabro asusta, pero en él encuentro -fuera pretenciosidades- películas que me apasionan.

Welcome es una de ellas. Fish Tank, también. Intenta no perdértelas. Fish Tank todavía está en cartelera. Cine inteligente nada aburrido.

Para abrir estos cajones no hace falta ninguna llave. Estás invitado a.
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