Bi Polar

jueves, 9 de septiembre de 2010

Top-10 del techo del mundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . / Top of the World´s Top 10


¡Uf! Por fin llegamos al techo del mundo. Escuchen, pues, la primera sintonía de la banda sonora. No se olviden de pulsar el triangulito cada vez que lo vean.

¿Country en Nepal? ¡Pues claro!


Una vez recuperado del shock que supone una estancia de 20 días en la República Federal de Nepal, hay que registrar el Top 10 del Top of the World en orden descendente.

1. Los templos de Bhaktapur. Los destacamos como representantes de una colección de templos que uno se encuentra por las calles de Katmandú y de Patan cuando menos se lo espera. A un sensualista le inspiran admiración artística en lugar de espiritualidad.
Bhaktapur también es esto

2. La generosidad y entrega de los nepalíes. Con perdón por los posibles olvidos y errores ortográficos, le damos las gracias a Bibek, al germanohablante dueño del encantador restaurante Mirch Masala de la capital, a los responsables y recepcionistas de los hoteles
Buddha de Katmandú y Stupa de Pokhara, a la pareja de nombres imposibles que llevaba la tiendecita de esta última ciudad en la que me quedaba a charlar todas las noches, a los dependientes de comercios siempre dispuestos a venderme chiso pani con sonrisas eternas, a Henry (el chico del cíber), a Pushkar, a los niños Sita y a Ram entre otros, y, sobre todo, a Bibhushan y a Sharmila, que tanto han ayudado a hacer de la permanencia en Nepal un recuerdo imborrable.

3. La naturaleza de Pokhara. Es el relax frente al ruidismo de la capital del país, y escenario de unas vistas tales que consiguieron que el sensualista lanzara en el antes temido parapente... ¡Oh, qué precioso lago! ¡Ah, cómo aparecía un casi siete mil como es el pico Cola de Pez cuando menos se lo esperaba uno! Ahí lo tienen

4. La delicia de los momos. Sin olvidar otros ricos platos, esa fina capa de pasta que recubre carne de yak se convierte en adictiva.

¡Momos al podeeeer!











5.
El taquicárdico tráfico de Katmandú. Ser llevado en moto por el centro de la capital es una divertida odisea sabiendo que, en teoría, se conduce por la izquierda. Hay cientos de guardias urbanos y decenas de miles de peatones, motos, rickshaws, bicicletas, taxis, tuk-tuks (¿ein?), motocarros, minibuses, macrobuses, nutridos grupos de fans de Shiva encima de camiones y unas pocas decenas de vehículos particulares. Station to Station

¿'Hippies'? ¡Cómo no!


6.
El color de las ropas, especialmente las femeninas. En contraste con la penumbra de casas, comercios y museos, ¡viva el color!

7. La belleza de las mujeres. Ni se les ocurra volver a decirle al sensualista que TODAS le parecen guapas allá donde va. Porque no es cierto. Pero, es que en Nepal, hay que declararse rendidamente enamorado de los ojos oblicuos y del pelo negro y liso.

8. La variedad étnica. Al fijarse en la gente, por momentos, uno cree estar en China (queda cerca), o en India (es lo que España a Portugal, o Gran Bretaña a Irlanda, etc.), o en -sorpresa- Filipinas sin habitar un solo pilipino en el país. Igual ocurre con Malasia e Indonesia. En Nepal se habla un mínimo de 24 idiomas, lo que responde a los distintos pueblos que lo habitan.

9. Los viajeros que se conocen. Esto es: viajando solo, lo cual resulta ser uno de los mayores aciertos descubiertos en los últimos años. Salvo excepciones, ¡qué pocos autocares de turistas se ven por este país! Falta decir que abundan y voluntarios, cuya presencia allí se convierte en una necesidad. ¿Y adivinan de qué nacionalidad es la mayoría de los turistas?

10. Los campos de arroz. Alivian un largo trayecto ocho horas de autobús y alegran la caminata por suaves colinas. Y exigen una canción como...





Bang your tin drum!










Vamos a escribir muy pequeñito lo que menos nos ha gustado. Pequeñito porque es poco en comparación con lo que nos maravilló de Nepal:
1. Suciedad; 2. Oscuridad de los interiores; 3. Creencias y prácticas religiosas; 4. Campo de concentración guiri (quiérese decir de extranjeros) en la zona del Thamel de Katmandú, y 5. A sabiendas de que esto NO son quejas de turista, el nivel de vida: cortes de electricidad de hasta 8 horas diarias, libros de texto imposibles, estado de carreteras, mujeres currantes y apaleadas, y pobreza en general.


Eeee... ¿Que era eso de tuk-tuk? ¿Cómo que se conduce por la izquierda? ¿A qué se refiere lo de "campo de concentración guiri"? ¿Qué era aquello de regicidio espantoso? ¿Les dan ganas de ir al Nepal? Ah, ¿que no? ¿Y por qué no? Pero, ¿qué quiere decir... chiso pani? ¿Es verdad que los sensualistas se tiran en parapente? Eso digo yo: ¿de qué nacionalidad es la mayoría de los turistas? ¿Deambulan vacas por la calle? ¿En qué idioma se comunica el visitante? ¿Se liga mucho? ¿Hay marcha en Katmandú? ¿Por qué se oye country en Nepal? ¿Qué canción está bien de las que salen aquí? Por cierto...

La canción más oída en el viaje ha sido...

Namaste!
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