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Elecciones legislativas con pasión suena a contradictorio, pero llevo un tiempo definiendo a estos inminentes comicios con apasionantes por muchos motivos. Sobre todo, por la relativa incertidumbre con que se nos presentan.
Según encuestas fiables, el principal problema de los españoles es el terrorismo. Me parece raro. Como si a cada momento nos fuéramos a encontrar una bomba. O a lo mejor tiene que ver con la política territorial, que creo que no.
Este verano Patricia estuvo en el País Vasco y allí sí es problema (y angustioso para muchos) y ahí sí tendrá que ver con política territorial.
No se puede entrar a negociar políticamente con un grupo que no es político sino militarista. No se le puede dar el trato de interlocutores a quienes guardan una metralleta.
Pero... hay que acabar con una sangría de más de treinta años, con el único rescoldo terrorista de toda Europa Occidental. No hay más remedio que convencer en lugar de solo intentar vencer (es que son, por lo menos, un cuarto de millón de simpatizantes).
Además de desarticular grupos armados, me temo que hay que dialogar pero siempre en secreto. Es ridículo plantear a las formaciones políticas de cualquier parlamento si se aprueba o no una negociación con encapuchados. Es sabio hablar en silencio con la mayor discreción posible si eso ayuda a dar por terminado el asunto.
Han sido treinta años de errores. La situación vasca se pone fea al ilegalizar partidos. Les vale para proclamarse víctimas. Lo que faltaba.
Tanto pp como psoe (no les vamos a poner, encima, las letras grandes) han incurrido en el mismo patinazo. Quizá tenemos el agravante, por parte de los pp, de incordiar al gobierno de los últimos cuatro años criticando hasta lo no criticable.
En este tema ni unos ni otros se merecen un voto. Suspensos los dos grandes. Bien está que recurran a una Constitución que es lo que más nos une ...excepto en el País Vasco, donde -que uno sepa- tampoco venció el no a esa carta magna.
Sensualista se pone político en serio. Y quiere que le transmitan sus opiniones. Esta vez, sobre el te-rro-ris-mo.
Otro día: los mileuristas, el cachondeo autonómico, el caudillismo bipolar, los carteles electorales y la madre que los parió. Habrá que alegrar la movida esta.
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5 comentarios:
Por motivos de trabajo he debido leer mucho acerca de qué es la videopolítica (más de lo necesario), más o menos se puede decir, que es la reconfiguración del espacio de lo político por culpa de los medios visuales, sobre todo la tele. Asistimos en este país, fruto de esta legislatura convulsa y de la nueva dimensión terrorista del siglo XXI (MAdrid y Londres) que nos ha zarandeado, sacado del sopor autorreferencial de lo posmoderno, a una etapa nueva de lo televisivo vale decir también, de lo político. Cae el tomate, cae salsa rosa, caerá Dónde estás corazón. Lo increíble es que tenemos programas "políticos" a tutiplén. 59 seg, tertulias en programas autobús como el de AR, el de la Campoy, en prime time, debates, entrevistas, incluso aparecen tertulianos a sueldo como el tal Sopena (que me cae particularmente mal), o Miguel Ángel Rodríguez, en programas de todo y nada como La Noria. O sea, pienso, algo está cambiando, y en el interés en lo político por lo político autorreferencial, sin contenido real, o sin importar cómo lo político cambia lo social, no hay buena nueva. Que la gente esté preocupada por el terrorismo, tiene que ver con los minutos de televisión dedicados al tema, que se banaliza, que se vuelve parte de un consumo.
He estudiado política desde hace unos meses. Estas elecciones las va a ganar el vencedor del segundo debate televisivo. Está claro. Creo que ZP apoyado por ex.comunistas y separatistas y nacionalidstas formarán Gobierno y repetición de la jugada del 2004.
Rajoy habla como si fuera Registrador de la Propiedad y nadie le entiende.
Votaré por Rosa díez, naturalmente...
Lo que es curioso es que, hablando de política, estoy plenamente de acuerdo con el sensualista y su post, pero también con jesús y con javier. Es curioso cómo, en cuanto no hay políticos por medio, cómo nos entendemos, las opiniones y las propuestas son fértiles y, por supuesto, más cercanas a lo que pensamos. Espero con ansia el post del "caudillismo bipolar", oh sensualista!
Bueno, sobre terrorismo... tema complejísimo. Yo siempre me inlcino a pensar que todo tiene solución y que hay que negociar para ello.
Por supuesto, no es tema comparable porque es otro país, otra historia y otra mentalidad y educación (aunque haya gente que se empecine en compararlo)pero voy a hacer un comentario sobre el IRA, ya que es un poco cercano a mi.
Aquí llevamos 30 años, pero en Irlanda se llevaba con esa lacra 70 años. Sus inicios fueron algo loables, luchar por unos derechos negados por el Imperio Británico durante algunos siglos. Con la independencia de la República, el nombre fue esgrimido por grupos de Irlanda del Norte. En Irlanda el problema si ha sido enrevesado porque no se trataba de un grupo paramilitar luchando por algo, eran dos grupos enfrentados que contemplaban todas las ramas de la sociedad: la familia, los colegios, las calles... reflejado en dos grupos que se mataban entre sí: uno católico y otro protestante. Lo difícil de entender de este tema es la connotación religiosa (ya inexistente. Cuando voy a ver a mi familia a Irlanda se debe aclarar cuando conoces a alguien qué eres... es el único lugar del mundo donde digo que soy católica. ¿Por qué? porque ser católico dice qué educación has tenido, cual ha sido tu historia y qué piensas sobre la historia de la República y, lo más peliagudo, qué piensas de los ingleses.
Con todo ésto intento explicar que la complejidad existente en Irlanda a lo largo de siglos es muy diferente a la española, y sin embargo pienso que si esa realidad se ha llegado a solucionar, ¿cómo podemos ser tan lerdos al pensar que la nuestra no? Negociar hay que negociar, parlamentar, acordar... hay que intentarlo todo porque va en beneficio de nosotros mismos. Eso hicieron allí en medio de lo difícil que era todo, pero el cansancio podía más... el cansancio de las madres al tener casi todas algún hijo muerto, de perder hermanos, amigos. La sociedad exhaló un grito de hartazgo y aunque hoy las relaciones entre protestante y católicos ha mejorado algo, pasará mucho tiempo hasta que puedan relacionarse normalmente, pero al menos la muerte ya no es el pan nuestro de cada día.
El problema en España es que el sentimiento que mueve a intentar negociar o arreglar la situación es simplemente el orgullo de verse colgada la medalla... no la infinita pena y el hartazgo de vivir en una guerra permanente, porque eso eran las calles de ciudades de Irlanda del Norte.
Perdón por el tocho...
Yo cada vez que pienso en este asunto, por más que intente no ser pesimista, no puedo evitarlo. Dudo que el problema acabe alguna vez. Quizá se acabe con la "lucha armada", pero el odio y el deseo de independencia seguirán instalados en los terroristas (los activos y los simpatizantes). Apoyo el diálogo y los intentos del Gobierno (este, el anterior, y cualquiera), pero creo que sirven de bien poco cuando el interlocutor pide mucho más de lo que está dispuesto a dar.Y encima, como muy bien dice awen, todo se está convirtiendo en una cuestión de medallas.Imagino cómo se relamen ETA & Cía. viendo las disputas de los dos partidos.
Y también coincido con javier: creo que todo se va a quedar como está, escaño más, escaño menos.
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